09 enero, 2017

SISTEMA LANCASTERIANO

Joseph Lancaster


¿Quién fue?

Joseph Lancaster nació en Southwark, al sur de Londres el 25 de noviembre de 1778, hijo de un comerciante. Profesor inglés, célebre por el sistema de educación que lleva su nombre. Fallecido el 23 de octubre de 1838.


Breve reseña de su vida

Desde niño Lancaster comenzó a tener visiones religiosas que le convencieron de que debía de convertirse en misionero en las Indias Occidentales. A los 14 años dejó su casa y se dirigió a Bristol, desde donde intentó embarcarse a Jamaica, lugar donde esperaba "enseñarles a los pobres negros la Palabra de Dios." Incapaz de pagar el pasaje, Lancaster halló trabajo en la ciudad y poco después se incorporó a la Sociedad de Amigos (cuáqueros). 

El Sistema Lancasteriano ¿Qué es?

En la Inglaterra en vías de industrialización, a fines del siglo XVIII, la educación secundaria se impartía en antiguas instituciones privadas o bien era atendida por las iglesias o por ciudadanos particulares y, en general, suministraba una sólida formación, tanto a la clase media como a la dirigente.

Pero la educación primaria reservada al pueblo padecía un grave abandono. En tales circunstancias, nacieron y se afirman los métodos de enseñanza mediada por estudiantes avanzados o monitores, tales como los de Bell y Lancaster.

Se suele afirmar que Bell y Lancaster inventaron el sistema monitorial o mutuo de enseñanza con independencia uno de otro y en forma casi contemporánea. Sin embargo, quien primero aplica el método fue el escocés Andrew Bell (1753-1832). Graduado en matemáticas y filosofía natural, ministro de la Iglesia de Inglaterra (anglicana), capellán del ejército de la India.

Los maestros del Asilo estaban mal pagados y eran de pobre calidad, de manera que Bell recurre a alumnos algo más avanzados para  hacer parte del trabajo. Se dice que la inspiración la tomó de experiencias que él observó en la India.

La enseñanza a través de pares tuvo un impulso con Joseph Lancaster, un joven maestro de la escuela Borough de Londres, quien lo hizo aún más masivo en enormes aulas donde podía instruir hasta 1000 alumnos en forma casi simultánea y potencialmente con un solo maestro. Lancaster fue quien le dio el nombre de Sistema Monitorial que parece más adecuado que el de mutuo, si se analizan los roles diferenciados de los alumnos que colaboran en la enseñanza, que son asimétricos en relación al resto.

Nuevamente hay discrepancias sobre si Lancaster simplemente modificó el método de Bell o tuvo una inspiración propia; lo cierto es que ambos se conocieron, que la primacía corresponde a la experiencia de Madras, pero que el gran difusor del sistema en América fue Lancaster, quien lo impulsó personalmente. De hecho, el sistema es conocido por su nombre más que por el de Bell.

Por otra parte, es frecuente encontrar literatura que lo designa como "método", como "sistema" e incluso como "movimiento". Se debe considerar que el primer concepto se aplica bastante bien a lo que sucede dentro del aula, mientras que sistema parece referirse a la organización escolar que nace y se desarrolla a partir del método. En cuanto  a movimiento es una palabra aún más abarcativa, y es justificadamente usada cuando se trata de explicar la difusión del método y del sistema apoyado en razones sociales, políticas y religiosas, como pudieron ser la alfabetización de los desposeídos, la independencia de todo el continente americano, la disputa entre el anglicanismo y otros credos.

Los alumnos más avanzados se desempeñaban como instructores (monitores) de sus compañeros, siendo supervisados por los perceptores. Así se pensaba que cada maestro podría manejar hasta 1000 alumnos, con un costo muy bajo y (hoy diríamos) una accesibilidad grande. Había un sistema de premios y castigos.


Los alumnos "avanzados" (que en realidad pueden tener una formación muy sumaria), denominados "monitores" enseñan a sus compañeros los conocimientos adquiridos anteriormente. Solo los monitores precisan comunicarse con un único maestro y así queda conformada una estructura piramidal que permite tener muchos alumnos en la base, los monitores sosteniendo la franja intermedia y el maestro único en la cúspide, controlando la totalidad del proceso de enseñanza-aprendizaje.

El método procedía en forma ordenada y reglamentada por una serie de pasos para enseñar a leer, escribir y contar. Se disponía de una serie de carteles o figuras impresas que marcaban los pasos a cumplir por todos y cada uno de ellos; una vez que se aprendía y memorizaba la primera, se podía pasar a la segunda, y así sucesivamente. 

Los pasos del método correspondían a las clases en que se organizaba el aula.  El aprendizaje de estos pasos se evaluaba en forma individual.

A pesar de la aparente liberalidad del método, en realidad existían controles individualizados por parte de los monitores y además se destacaba el aprendizaje reglado y memorístico.



Estadía y trabajo de Joseph Lancaster en Venezuela:


Lancaster permaneció en Caracas desde 1825 hasta 1827. 

El primer intento sistemático de formación que se produjo en la República de Colombia (que para 1820 estaba integrada por los departamentos de Venezuela, Cundinamarca y Quito) se relaciona con el denominado Método de enseñanza Mutua o Lancasteriano. Bolívar tuvo oportunidad de conocerlo en el año 1810 cuando se encontraba de misión diplomática en Inglaterra, y posteriormente cuando alcanzó la dirección de la República lo propuso  como el método oportuno para alcanzar la educación de la mayoría de la población.

La primera escuela Lancasteriana de Iberoamérica se fundó bajo la dirección de Fray Sebastián Mora Berbeo, en la población de Capacho (Edo. Táchira) durante el año 1821. Ese mismo año el Congreso Constituyente de Cúcuta, declaró la implantación del Sistema Escolar. Específicamente en el artículo 15, imponía al Gobierno: “el fundar y financiar Escuelas Normales en las principales ciudades, donde los estudiantes serían preparados para usar el Sistema Lancasteriano de Enseñanza Mutua” (pág. 79).

Para cumplir lo dispuesto el Vicepresidente, general Francisco de Paula Santander dictó decreto el 26 de agosto de 1822, en el cual, de acuerdo con Pinto y García (2002) “se contemplaba todo un plan de capacitación de jóvenes maestros en el método Lancasteriano” (pág. 39). El propósito era fundar en cada capital de departamento una Escuela Normal a la cual debían acudir  representantes de cada provincia con el fin de formarse en el Sistema de Enseñanza Mutua y luego volver a sus lugares de origen para propagar este método de trabajo.

Posteriormente, el General Santander, hizo mover al mencionado Fray Sebastián Mora del Táchira a Bogotá, lo cual resultó en la desaparición de la escuela que fundó  apenas un año antes. 

En el resto de Venezuela la situación no fue diferente, según Mora-García (2002). A pesar de lo anterior se continuaron los esfuerzos, de hecho la escuela que se fundó en Caracas, a partir del decreto de 1822, fue dirigida por el propio Joseph Lancaster, de acuerdo con Pinto y García (2002) su estadía en esa ciudad no resultó especialmente fructífera, como consecuencia de la falta de recursos de la municipalidad para sufragar los gastos y concluyó de manera accidentada el primer intento formal de preparar docentes, sin embargo, continuó la preocupación por la formación del pueblo venezolano.


Influencia de Joseph Lancaster en Simón Bolívar

Simón Bolívar establece un vínculo con Joseph Lancaster y su interés en que éste fuera a Venezuela a fin de que el país adoptara su revolucionario método educacional. Memorables son las gestiones que el propio Bolívar hace ante el gobierno del Perú para financiar dicho proyecto y ante su deseo que el mismo comenzara lo más pronto posible, de sus propios recursos adelanta el financiamiento para echarlo a andar. 

La traición a Bolívar que ya se fraguaba en su ausencia de Venezuela, conspiraron para hacer fracasar su intento de establecer un modelo muy avanzado para su época y para el cual el sabio inglés desplegó todo su ingenio y voluntad apoyado solo por el incansable del del Libertador de ver instalado en el país un sistema que rompía los moldes tradicionales de su época. 

No escatimó, ni siquiera arriesgando sus propios recursos en esta obra.  
El 16 de marzo de 1825, escribió a Lancaster, "He tenido la honra de recibir la muy lisonjera carta de Ud. de Baltimore, cuya respuesta fue dirigida  a los Estados Unidos de América, con varios rodeos que debían dificultar mucho el arribo a manos de Ud. Ahora tengo el mayor placer sabiendo, por la favorecida de Ud. de Caracas, la determinación que ha tomado de permanecer entre nosotros con el laudable objeto de propagar y perfeccionar la enseñanza mutua que tanto ha
hecho y hará a la cultura del espíritu humano; obra maravillosa que debemos al ingenio singular del mismo que ha tenido la bondad de consagrarse a la instrucción de mis tiernos ciudadanos".


"Los tiernos ciudadanos", preocupación primordial del Libertador. Por ello la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela consagra en el artículo 78  que "los niños, niñas y adolescentes son sujetos plenos de derecho y estarán protegidos por la legislación, órganos y tribunales especializados".











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